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Cuidar tu salud y la de nuestro equipo por COVID- 19 es nuestra prioridad

A finales del primer trimestre del presente año, el cambio en la modalidad de prestación de servicios terapéuticos generó muchos interrogantes, sin embargo, el de mayor relevancia era si la terapia a distancia era efectiva. Nuestra respuesta fue “SÍ” y la explicación fue la siguiente: Todas las personas que se han preparado o han tenido experiencia en una labor tienen la capacidad para ejercer su rol de manera presencial o a distancia. También sabemos que el cambio es difícil porque a casi todos nos da miedo lo desconocido, sin embargo, la variación aporta aprendizaje y generalmente es positiva.

Para que la terapia fuera efectiva, el cambio no dependía de la modalidad, sino de la disposición y una excelente actitud de todos, y con todos me refiero al usuario, cuidador, equipo de terapeutas y administrativo de la IPS.

Estaría contándoles el cuento de pinocho si refiero que la situación era fácil, porque era necesario modificar dinámicas y concientizar el concepto y uso de la telemedicina como el medio para continuar desarrollando capacidades con nuestros usuarios, dada la delicada situación de salud que se presentaba a nivel mundial. Se me crecería un poquito la nariz si les expresará que para nuestro equipo de terapeutas el cambio de modalidad de trabajo fue sencillo y me saldrían ramitas si les doy a conocer que la aceptación del trabajo por telemedicina por parte de usuarios y cuidadores fue del 100%.

Es claro, que la atención presencial ocupa el primer lugar en la prestación de cualquier servicio de salud, sin embargo, cuando el acceso a la prestación de servicios no es seguro y existen otros medios de atención que nos garanticen el derecho a la salud y la vida, siempre recurriremos a la segunda opción. En el año 2006 la resolución 1448 del 8 de mayo definía las Condiciones de Habilitación para las instituciones que prestan servicios de salud bajo la modalidad de Telemedicina y la ley 1419 DE 2010 (octubre 13) establece los lineamientos para el desarrollo de la Telesalud en Colombia el cual busca facilitar el acceso y la oportunidad en la prestación de servicios a la población que presenta limitaciones de oferta, de acceso a los servicios o de ambos en su área geográfica. Lo anterior nos indica que antes de la pandemia, la atención por telemedicina ya era una necesidad y esta modalidad de atención no es algo nuevo ni improvisado.

Sin embargo, gracias a Dios, todos los que decidimos trabajar en equipo y en esta modalidad, teníamos el desafío de tener mucha creatividad para manejar tres recursos importantes: el tiempo, materia prima y nuestra actitud. Referente al tiempo, muchos cuidadores y padres debían trabajar desde sus casas, e incluso debían asistir a su lugar de trabajo, pero tenían la facilidad de organizar sus horarios para dedicar tiempo a la terapia con sus hijos o familiar. La pandemia creó a los superabuelitos quienes no solo se involucraron en el proceso de sus nietos o familiares, también aprendieron a manejar equipos tecnológicos y de comunicación. Ya es una falta de respeto preguntarles ¿abuelito, usted sabe cómo ingresar a terapia por zoom? También el equipo docente de algunos usuarios estuvo muy comprometido con el desarrollo educativo y social de nuestros niños, para ellos mil felicidades.

Los familias o usuarios que desafortunadamente desistieron del proceso por temas relacionados a la pandemia les expresamos que nuestro servicio sigue a su disposición y estamos atentos a su llamada ante cualquier necesidad.

En cuanto a la materia prima, fue necesario transformar un rollo de papel higiénico en una flor y convertir espacios en gimnasios productivos en el que las canecas de pintura se convertían en pesas graduables con arena, las almohadas en planos inclinados para juegos de batallas y los vasos se utilizaban como radiotelefono. Tener internet era una necesidad, por ello varios usuarios optaron por adquirir plan, también pedían prestado al vecino datos de conexión por el tiempo de terapia y otros solicitaban a la IPS llamada telefónica y vinculación de la llamada con el profesional para realizar teleconsulta.

Por otro lado, el comportamiento que reflejamos frente a una situación, se denomina actitud y es este recurso el determinante en los resultados de la terapia. Por ello debemos ser positivos y trabajar en equipo, cada uno cumpliendo su rol pero con la convicción del logro del objetivo terapéutico planteado en la sesión. Ambos deben tener respeto el uno por el otro, ambas partes deben manejar la tolerancia a la frustración e intentarlo una y otra vez hasta que se logre el objetivo. Podemos observar a las mamás de los usuarios chiquitos que practican técnicas de relajación para controlarse ante una alteración del usuario, ya saben que deben mantener la calma dirigiendo su atención en los resultados del niño, ser perseverantes en el aprendizaje y modelar el proceso si aún está en etapa de adquisición. Esto mismo ocurre con el usuario adulto, pero la dirección es menos compleja. Del otro lado de la pantalla están los terapeutas que también deben manejar sus apoyos visuales, auditivos y actitudinales para un desarrollo óptimo en la prestación de cada servicio. Cada día ellos deben ser inventores de nuevas estrategias.

Queremos invitar a todas las personas que se encuentran involucradas en el proceso de rehabilitación a perseverar en el logro de todos los propósitos planteados, los cambios se van generando día a día y Dios nunca desampara al que tiene fe. Finalmente, para iniciar el proceso de atención en nuestra sede, la IPS a partir del mes de septiembre inicia controles presenciales, no domiciliarios, con el fin de evaluar, hacer seguimiento y capacitar a usuario y cuidador siguiendo estrictos controles de bioseguridad para garantizar el cuidado en la salud de nuestros usuarios y personal.

 

I.P.S Terapéutica Integral